sábado, diciembre 15, 2007

Al Vacío...

Sólo cuando me pierdo en alguien más
Es cuando me encuentro
Me encuentro

Algo hermoso está pasando dentro de mí
Algo sensual, está lleno de llamas y misterio
Me siento hipnotizado, me siento paralizado
He encontrado el cielo

Hay miles de razones
Del por qué no debería gastar mi tiempo contigo
Por cada razón para no estar aquí, puedo pensar en dos…
Dependo de ti
Siento que nada está mal
Al interior de tu cielo…

Sólo cuando me pierdo en alguien más
Es cuando me encuentro
Me encuentro

Puedo sentir el vacío dentro de mí…atenuándose y desapareciendo…
Hay un sentimiento de bienestar ahora que estás aquí
Me siento satisfecho
Pertenezco aquí dentro
De tu cielo aterciopelado…

¿Necesitaba vender mi alma
Por un placer como éste?

¿Tuve que perder el control
Para atesorar tu beso?

¿Necesitaba yo posar mi corazón
En la palma de tu mano
Siquiera antes de empezar
A comprender?...

Sólo cuando me pierdo en alguien más
Es cuando me encuentro
Me encuentro...


Only When I Lose Myself

Depeche Mode


Atte Romy

viernes, diciembre 07, 2007

Ausencia.

"Cómo se han ido volando ingrato, las raudas horas de un tiempo cruel, hoy de ti lejos y en otro campo y de ti amiga tan cerca ayer.

Ayer, tu mano puse en la mía con ardorosa y grata presión, hoy en los ayes de ardiente brisa, a tus oídos irá mi voz, porque la ausencia es tan cruel dolor.

Cuando la noche su manto lóbrego tienda en el valle y en la ciudad, pláceme amiga con tus recuerdos, pasar mis horas de soledad y cada estrella que centelleante y que en el cielo veo lucir, parece amiga, mirar tus ojos que sonriendo me están a mí. Tal vez si loco cuán más feliz.

Yo no sé amiga vivir alegre, como en un tiempo que ya se fue, tu amor ausente me tiene triste, nunca olvides a quién te quiso bien. Y acaso olvidas a quien te adora, a quien un día el alma te dio... mañana acaso lánguida y mustia sobre su tallo muera una flor y su perfume no vuelva, no."

Violeta Parra.

A mi abuelita, que tanta falta me hace hoy...para entender el miedo al mañana.



Atte Romy

sábado, diciembre 01, 2007

Tú, mi dulce Melodía.


Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte

y temores de oírte.

¿Cómo decir esto?

Podría empezar diciendo que no creo en nada. También que estoy segurísima que esto es un ensueño…uno de esos que ya me ha tocado vivir y siguen siendo desastrosos, una y otra vez.

Pero tú sigues dando cuerda, sigues entonando esa dulce melodía que me hace cerrar los ojos y dejarme llevar…visualizar aquellas atractivas notas…lo bastante simples como para no ser pasadas por alto; tan delicadas como para ser recibidas ante la primera aparición. Anestesia para días como hoy, agüita rica para calores como el de esta oportunidad; la palabra exacta para llenar los vacíos en la pobreza de vocabulario urgente…

¿Qué de malo tiene creer en la Magia; creer que a veces el tiempo es amigo y que un par de personas pueden coincidir; poder creer en esa gota de posibilidad? Debí haberlo imaginado antes...

No quiero avanzar más. Dejo hasta aquí toda alucinación. Toda imaginación o divagación a pesar de tus palabras, ya sean mentira, ya sean verdad. No voy a atreverme a ahorcar pruebas y a empujarte hacia palabras tranquilizadoras. No es lo mío hoy. No creo que quieras que sea lo tuyo hoy.

O podría comenzar diciendo que no existes, todo lo prueba.
Cómo me gustaría tener cinco años y así poder decir con toda tranquilidad que eres mi amigo imaginario, que puedo hablar contigo. Que estas presente, pero sólo en mi cabeza. Que no existes por que no te veo y eres títere de mi imaginación que contigo quiere jugar en la soledad de los sin hermanos ni amigos… ¿Me creerán?¿Me creeré a mi misma?. Así podrás desaparecer cuando la necesidad te reemplace por otra más urgente. La necesidad es buena jerarquizadora; la maestra cuando algo se debe sustituir porque ya no sirve. Así, con la necesidad entre mis planes, te disminuirás como un dulce sueño, una dulce melodía que debe terminar, porque como se sabe…ninguna melodía por bellísima y violenta, despertadora de emociones olvidadas, dura para siempre.

Tú, amor de mis sueños, melodía balanceante, no eres eterno. No lo fuiste.


Atte Romy