Hoy fue el día más provechoso de muchos días de ocio ( oh! verso, sin el mayor esfuerzo señores!!).
Tras horas de espera, soportar empujones de buena y mala onda, quedar negra por el sol...y ahora estar muerta de hambre (pero aún así con ganas de palabrear)... Al fin pudimos ver a la hermosa Muñeca Gigante, la niña que andaba tras las huellas de un travieso Rinoceronte que esparció su olor y desorden en las calles de Santiago, que por un par de días dejó de ser un asco... convirtiéndose en un escenario en donde la familia y amigos pueden juntos disfrutar de esta aventura, creer en la magia...atreverse a preguntar en cada momento "¿En qué lugar descansará?","¿Dónde atrapará al Rinoceronte?", bueno, los que estaban ahí saben el sentido de esto.
Ojos preciosos, gestos infantiles...simplemente hermosa y gentil. Música maravillosa, ¿y qué decir de los cansados y espectaculares Liliputienses? Azules y Rojos, mujeres y hombres.
Muchas cosas que decir, sin palabras para expresarlo.
Cansadísima ahora.
5 horas de espera con las cauras Carol y Vixsa. Repito, valió la pena cada segundo.
Sólo espero que todo esto sirva para que la gente retome la costumbre de asistir a las actividades teatrales, por que el teatro es cultura... abre nuestras mente, sea cual sea la temática a tratar. Niños que van al teatro, son padres que llevaran a sus hijos al teatro.
Atte Romy
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