Nueces para el amor y alcauciles para el olvido.

...y como llega se va…
¿Y quién es la maldita persona que le aprieta la guata?!!!.
Todo el día lo mismo, es injusto. Sabía que era algo que no le correspondía, sabía lo que perdería, sabía lo que traería consigo… ¿Porqué hacerlo? Todo el día tomándose la cara. Afirmando la frente como si se escapara. Será pasajero y lo sabe. Será feo y lo sabe también. Será la última vez y no se da cuenta. Sueños tomados. Sueños lánguidos. Sueños derramados. Sueños de una noche de verano en pleno invierno.
No hay nada que festejar, no hay nada que recordar.
Se sienta y se paraliza. No enfoca color alguno. Vergüenza quizás, tristeza la mejor explicación, certeza es verdugo en esta historia.
Dedos que tocan la mesa. Un dedo tras otro…como queriendo contar los segundos, aplastar los recuerdos, sentir el silencio o simplemente que sus ojos, por una vez por todas, enfoquen sólo los dedos y la nada misma.
Ingenua, no hay una winner en esta historia, jamás existió tal. Sólo una vil ignorante, infantil que jugó a ser grande. Conjugó matices con sombras, la belleza y delicadeza las dejó en una mesa elegida al azar. Mesa oscura, con tres patas, sin mantel ni individuales. Hubiese sido mejor sólo hablar, sonreír y olvidar. Ambos codos en esa mesa, ambas manos sujetando la cabeza, talvez un poco ladeada…al fin y al cabo, calificaría mejor la situación.
Hablar para sobrellevar, hablar para admitir. Nadie que escuche, nadie experto, nadie a quien le interese.
Al borde de la locura y a nadie a quien advertir. Sentada lo piensa, de pie no lo acepta, caminando lo analiza, caminando lo digiere y detenida…lo lamenta de veras.
Lágrimas para los miedos, aconsejaron para la pena también. No resulta. No lo ha intentado, no hay suficiente material para eso. La vara anterior es muy alta, y esta sólo es pasajera.
Agüita perra para los dolores de guata. Nueces para el amor y alcauciles para el olvido.

Mañana hay feria, ojala hayan suficientes alcauciles.

Atte Romy